10 estrategias para mejorar la memoria y optimizar el estudio

En algún momento de nuestra vida todos hemos deseado mejorar la memoria, ya sea para sacar buenas notas en nuestros estudios o conseguir ir un paso más allá en nuestra carrera profesional o simplemente para acordarnos de todo lo que tenemos que hacer a lo largo del día.
Para los estudiantes es algo fundamental poder optimizar su tiempo de estudio y sacarle el máximo partido. Además, una memoria entrenada les será muy útil en su vida profesional, y más en estos tiempos en los que es necesario reciclarse constantemente.
Entendiendo que mejorar la memoria consiste en mejorar el proceso de recuperación de la información y aumentar la retención de la misma, a continuación vamos a ver diez estrategias para mejorar la memoria.
Las estrategias recogidas aquí están destinadas a mejorar la eficacia durante el proceso de estudio y están extraídas de diversos estudios, libros y artículos sobre psicología cognitiva.
1. Enfoca tu atención en lo que estás haciendo
La atención es uno de los principales componentes de la memoria. Para que la información pueda pasar de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo es necesario enfocarse en esta información. A la hora de estudiar o de intentar memorizar algo es importante estar en un lugar sin distracciones que nos permita centrar la atención.
Evita las distracción y huye del “modo multitarea on”
Para ello también puedes practicar mindfulness. A través de esta técnica, aprenderás a centrar tu atención en un solo estímulo. De esta forma, te ayudará a la hora de ponerte a estudiar ya que es una forma de entrenar, entre otras cosas, nuestra atención. Así, cuando estemos estudiando, tendremos menos probabilidades de distraernos y estaremos más centrados.

2. Establece sesiones de estudio regulares y no lo dejes todo para el final
No se trata de educar la disciplina, sino de ayudar a nuestra mente a procesar adecuadamente la información. Se ha demostrado que los estudiantes que estudian regularmente recuerdan mucho mejor el material de estudio que los que dedicaron sesiones maratonianas al estudio del mismo material.
Organiza tu tiempo y evita los “atracones”
Al estudiar un poco todos los días, los conocimientos se irán procesando e irán pasando de la memoria de trabajo a la memoria a largo plazo. Con ello, nos aseguramos mayor posibilidades de recordar la información cuando lleguemos al examen. Cabe recordar que la memoria de trabajo es limitada, por lo que si estudiamos un poco todos los días, iremos almacenando la información de una forma más adecuada y duradera.
3. Estructura y organiza la información
Los investigadores han demostrado que la información se organiza en la memoria en grupos relacionados entre sí. Por lo tanto, estructurando y organizando los materiales de estudio, agrupando los conceptos similares o haciendo resúmenes con notas tomadas a lo largo del estudio, es más fácil asociar la información relacionada y así mejorar el estudio.
Simplifica, esquematiza, analiza, relaciona. Tienes muchas herramientas y tecnología para hacerlo más fácil y entretenido
4. Utilizar técnicas mnemotécnicas para recordar la información
Las técnicas mnemotécnicas son estrategias empleadas para recordar la información que suelen ser muy personales. Funcionan como una “tecla de acceso” que nos permiten asociar algo concreto a lo que deseamos recordar. Algunas técnicas consisten en formar una palabra utilizando las iniciales de las primeras palabras de una lista para recordar todos los puntos o memorizar una serie de imágenes o dibujos divertidos, utilizar una canción, etc.
Elabora secuencias o palabras graciosas para recordar: Estudia en positivo

5. Elabora progresivamente lo que estás estudiando
Para recordar la información es necesario codificar lo que se está estudiando en la memoria a largo plazo. Para ello, una técnica muy eficaz consiste es profundizar progresivamente en un concepto comenzando por leer la definición del término clave, estudiar después ese término y luego profundizar en una definición más ampliada. Repetir este proceso varias veces favorece la memorización.
Simplifica y añade poco a poco más información, no lo ataques todo de golpe
Cuando realizamos este proceso a lo largo del tiempo, la información accede a la memoria a largo plazo. Por ello, es importante estudiar un poco todos los días en lugar de dejarlo todo para el último día. Con esto, lo que se consigue es que la información almacenada esté desordenada y sea caótica. Por ello, si se estudia y se profundiza de forma progresiva, la información irá accediendo a nuestra memoria más sólida.
6. Relaciona la información nueva con lo que ya conoces
Cuando te enfrentes a un material de estudio nuevo y desconocido, piensa primero cómo puedes relacionarlo con lo que ya sabes. Al establecer relaciones entre las nuevas ideas y los recuerdos previamente existentes conseguirás recordar la nueva información mucho mejor.
Pensar en lo que ya sabes te ayudará a darle mayor sentido y significado a la nueva información
7. Visualiza los conceptos para recordar mejor
La visualización es una de las técnicas más utilizadas y que mejores resultados da. Para ello, es importante fijarse en las imágenes (fotos, esquemas, gráficos), utilizar colores y símbolos propios, hacer mapas mentales, dibujos personales, etc. Cualquier cosa que nos evoque el recuerdo vale. De esta forma, se puede potenciar la retención de información. Son pequeños trucos para acordarnos del contenido de forma que el cerebro también almacene la información por la vía visual. Muchos, en mitad de une examen, hemos pensado alguna vez: “esto es lo que subrayé en rojo” o “esto es lo que estaba arriba de la página”…
Adornar tus apuntes te ayudará a visualizar mejor la información y a tener un material de estudio más alegre y positivo. Esto te permitirá mejorar la memoria
8. Cuéntale a otro lo que has aprendido

Las investigaciones sugieren que la lectura en voz de la información mejora significativamente el proceso de memorización. Los educadores y los psicólogos han descubierto que cuando los estudiantes enseñan nuevos conceptos a los demás mejora su comprensión y el recuerdo de los mismos. Para aprovechar esta técnica puedes estudiar con un compañero o pedirle a alguien de tu familia o de tu entorno que te escuche.
Si no puedes contar con nadie puedes hacerlo igualmente imaginando una conversación o utilizando fotografías, pósters, muñecos… cualquier cosa con lo que te sientas cómodo
La psicología budista, por extraño que parezca, tiene algo que decir al respecto. Afirma que cuando somos capaces de explicarle a otra persona lo que estamos estudiando, es la mejor forma de aprender. Por lo tanto, estudiar algo y después intentar explicárselo a un amigo – o a una foto si estamos solos – nos sirve para retener una gran cantidad de información.
9. Presta especial atención lo más difícil y reestructura la información
Los investigadores han encontrado que el orden de la información puede jugar un papel importante en el recuerdo. Una técnica interesante consistiría en reestructurar la información, empezando por lo que nos resulte más sencillo recordar, dedicando un poco más de tiempo a lo que nos resulte más difícil.
Desmenuza la información y conviértela en algo fácil de digerir. Localiza lo que te cuesta más y dedícale un poco más de tiempo
10. Varía de vez en cuando tu rutina de estudio
Introducir una variante novedosa en la rutina de estudio rompe la monotonía y aumenta la eficacia de los esfuerzos realizados, ayudando a mejorar la recuperación de la información a largo plazo. Para ellos basta con cambiar el lugar de estudio, intentar encontrar otras horas distintas para estudiar o cualquier otra novedad que nos parezca interesante. No es necesario hacer un cambio radical, sólo buscar alternativas ocasionales.
Introducir alguna novedad hace más interesante el estudio y nos permite relajar la mente con un pequeño ejercicio de creatividad para así mejorar la memoria
Créditos: lamenteesmaravillosa.com